Somos estudiantes de la clase 4 de ITAFM del Istituto Suore Maria Consolatrice en Milán. Como parte de nuestro camino de capacitación, nos enfrentamos e identificamos en el mundo del trabajo al crear nuestra empresa "desde cero".

En primer lugar, sobre la base de nuestras actitudes personales, decidimos los roles corporativos de cada uno de nosotros y posteriormente elegimos el nombre de nuestra empresa: QIT Quality In Things.

Luego nos enfocamos en un método diferente de financiamiento en comparación con experiencias similares de los últimos años que utilizaron la venta de acciones dentro de la escuela.

Después de largas discusiones, decidimos crear sudaderas de la escuela. Esta idea nació después de notar la ausencia de un símbolo distintivo que nos identificara como miembros de una comunidad y sugirió que creáramos un producto de símbolo que pudiera unificar a todos los miembros de la escuela, tanto estudiantes como maestros.

Durante el desarrollo del producto, a través de algunas entrevistas, les preguntamos a los estudiantes de la escuela cuáles eran sus pensamientos con respecto a la creación de estas sudaderas y recibimos comentarios positivos de todos. Después de varias propuestas, llegamos al "concepto" del producto que se caracteriza por la escritura con las iniciales de la escuela en la parte delantera, en la parte posterior creamos un símbolo de identificación que tiene un significado de unión y pertenencia y que se compone de: un círculo que representa la escuela y cuatro semicírculos que representan las diferentes direcciones.

En segundo lugar, hicimos varias cotizaciones para ver cuál podría ser la mejor relación calidad / precio y, al final, llegamos a la conclusión de colaborar con HOE BRAND, una marca deslumbrante que se adaptaba perfectamente a nuestro objetivo de ventas, es decir, niños de 10 a 20 años. .

En consecuencia, decidimos producir inicialmente 12 sudaderas para cada miembro de la clase: esta entrada de dinero habría constituido el capital de la empresa.

Una vez que recibimos las primeras sudaderas, comenzamos a publicitarlas en las clases altas, explicando el método de compra que consistía en un depósito de € 15 y en el momento de la entrega de los € 10 restantes (con un precio de venta total de € 25) , el significado del diseño y los diversos colores disponibles. Antes de la venta real, informamos a los padres de esta iniciativa con una circular en la que explicamos lo que estábamos haciendo.

Gracias al éxito de la creación de estas sudaderas, queríamos extender la oferta también a niños de mediana edad, introduciendo tallas más pequeñas.

Con los ingresos obtenidos de las sudaderas, decidimos donar una buena parte de las ganancias a la asociación benéfica Istituto Dosso Verde.

La parte de ganancias que quedaba en la compañía decidimos usarla para crear un calentador de cuello técnico con un filtro anticontaminación dentro del cual será nuestro próximo producto.